Cuando no logramos superar nuestras metas u objetivos, aparece en nuestra vida el sentimiento de frustración. La frustración es una sensación incómoda que nos impide superar el fracaso y nos anula la creatividad, cualidad necesaria para buscar o conseguir nuevas metas.
Desarrollar nuestros complejos, nos hace ineficaces, destruye la motivación y genera impotencia. Es un sentimiento muy perturbador y, sin embargo, necesario para desarrollar fortaleza emocional.
1. Identifica cómo te hace sentir la frustración
Rabia y tristeza
Cuando estamos frustrados sentimos esencialmente una mezcla de rabia y tristeza. También podemos sentir desesperanza y en algunas casos, ansiedad. Aprender a controlar la ansiedad, es posible.
Miedo
La frustración genera un círculo vicioso en el que aumenta constantemente el sentimiento de fracaso. Aparece el miedo a volver a fracasar y nos decimos “es mejor no volverlo a intentar”, por lo que la frustración aumenta. Es necesario superar la frustración para ser capaces de volver a perseguir aquello que queremos.
Sensación de injusticia
A algunas personas les crea un sentimiento de rechazo generalizado con lo que representa para ellas la justicia. Tenemos que entender que trabajar muy duro para algo, no garantiza nuestro éxito y muchas veces no tiene relación directa con lograrlo. No siempre conseguimos lo que perseguimos, pero un pensamiento positivo es la realidad de que siempre aprendemos algo.
2. Posibles reacciones negativas a la frustración
Cuando te sientes frustrado es posible que reacciones de manera negativa a este sentimiento, por no saber cómo manejarlo. Algunas de estas reacciones, que tienes que evitar tener son:
- Autodestrucción: Represión constante hacía uno mismo. “No puedo hacerlo”, “he fracasado”, “no merece la pena volverlo a intentar”… Son algunos de los insight que nos pueden acosar. Esta actitud solamente hace perpetuar tu frustración.
- Agresividad: El sentimiento de rabia y enfado es más fuerte. Buscas culpables de la situación de fracaso y respondes agresivamente ante ellos, sean personificados o contextuales.
- Resignación: Aceptas que no vas a llegar a conseguir lo que te habías propuesto. Dejas de sentir rabia, pero sigues sintiendo tristeza.
3. Prácticas para aceptar y superar la frustración
Antes de aprender a dejar de estar frustrados, lo más importante es aprender a frustrarnos. Como hemos mencionado al principio, la frustración es necesaria para un buen desarrollo emocional.
Cuando unos padres evitan que su hijo se frustre constantemente, por ejemplo, dándole todo lo que quiere cuando lo quiere, están creando en él una intolerancia hacia la frustración. Si una cosa podemos asegurar, es que nos vamos a sentir frustrados en algún momento de nuestra vida. Por ello, conviene que ya desde pequeños, nos enseñen a gestionar esta incomodidad y hacer ejercitar al cerebro para que busque soluciones.
“Si en este momento te sientes frustrado, es normal. Tu frustración es prueba de que deseas en la vida algo más de lo que tienes ahora. Y eso es bueno”.
Nick Vujicic – Una Vida sin Límites
Teniendo esto en cuenta, vamos a ver los pasos que tienes que procurar seguir para superar la frustración. Cada persona es diferente y habrá personas que no necesiten todos estos pasos o que necesiten otros. Nosotros hemos condensado los que creemos más generales y prioritarios genéricamente. Algunos de ellos coinciden con las habilidades de la inteligencia emocional.
Aceptación de la realidad
Para dejar de sentirte frustrado, tienes que aceptar tu frustración previamente. A veces hay que reconocer que no podemos conseguir todo lo que nos proponemos y esto es natural y normal.
Podemos encontrarnos obstáculos ajenos a nosotros que no podamos cambiar, limitaciones personales, situaciones vitales que actúen como impedimento, etc. En general, las cosas no ocurren cuando y como queremos.
Lo que sí podremos hacer siempre es buscar otras vías, otras formas o momentos para focalizar esos objetivos. Aceptar la frustración y convertirla en afán de superación, fortaleza y resistencia.
Autocomprensión
Como decíamos, es la normalización del sentimiento de frustración. Insights internos del tipo, “es normal que me sienta así”, “esta sensación es temporal”, “voy a superar esta emoción de rabia y fracaso”.
Automotivación
De nada nos puede servir tomar el papel de víctima, hundirte en los malos sentimientos que provoca la frustración y culpar a la injusticia del mundo.
Dedica esfuerzo por invertir el discurso. Busca otros caminos para llegar dónde te habías propuesto. Si es posible, hazlo posible.
Focaliza tus esfuerzos en el objetivo
Busca soluciones a los problemas que hayas encontrado. Hazte las preguntas necesarias: ¿Por qué no lo conseguiste en el último intento? ¿Qué está en tu mano para cambiar la situación? ¿En qué puedes mejorar?
Persistencia
Puede que simplemente sea más difícil de lo que habías pensado y necesites más esfuerzo para lograrlo. ¿Te vas a quedar sin saber cuánto de cerca estás?
Los objetivos los conseguimos siempre la última vez que lo intentamos. Puede que sea al primer intento o al vigésimo sexto, pero rendirte antes de llegar al éxito te dejará sin saber cuánto te faltaba.
Apoyo en los demás
Algunas personas no necesitan el apoyo de los demás, pero otras sí y no hay que avergonzarse por ello. Puedes apoyarte en tus seres queridos para que te den ánimos o en referencias de personas que han llegado dónde quieres llegar tú y ver qué han hecho para conseguirlo.
Eso sí, no permitas nunca que nadie te diga que no lo conseguirás. Son personas que viven en su zona de confort y no se arriesgan a sufrir frustraciones, pero tampoco éxitos. Hay una frase que dice, “Las personas que no pueden hacerlo te dirán que tú tampoco puedes”.
Ilusiónate
Marca tu camino y la ruta a seguir. Valora cada pequeño logro, pues es un paso más que forma parte del objetivo final. Celebrar cada éxito que te lleve a la meta, aliviará la frustración.
Disfruta de los pensamientos negativos
Suena extraño, pero así es. Vivir los pensamientos negativos de fracaso, sentirlos, ser consciente de ellos y aceptarlos como parte natural de cualquier proceso de cambio.
Te recomendamos tener una frase, libro, autor o referente motivacional, al que acudas cuando esta negatividad llegue.
Paciencia
El rumbo puede virar y llevarnos por otros caminos, dar rodeos, perdernos, tardar más, exigirnos más esfuerzo…
Se consciente de la meta pero sin ponerte restricciones temporales abusivas. Disfruta del camino.
Este post nos tiene que servir para darnos cuenta de que no todo lo que pasa en la vida depende de nosotros. La frustración llega y hay que aprender a llevarla. No podemos controlar todo lo que ocurre, porque existen situaciones que se salen del alcance de nuestra mano. Nos toca aprender a asimilar, ¿estás de acuerdo?
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