Muchos profesionales no conocen la diferencia entre las disciplinas del coaching y del mentoring, pensando que son lo mismo, cuando lejos de ser así, ambas disciplinas cuentan con diferencias notables, en cuanto a objetivos que persiguen, cómo se llevan a cabo o la formación requerida para ponerlas en práctica.
Un coach es un profesional que te acompaña en un proceso de transformación, donde trabajarás en tus objetivos, analizando tu realidad, diseñando tus planes de acción, ofreciéndote dinámicas y herramientas para que seas capaz de llegar a lograr tus objetivos. Su valor reside en el conocimiento de técnicas, metodologías y recursos, aptitudes derivadas de su formación, y que te ayudan a alcanzar soluciones a los retos que te planteas.
Un mentor, por otro lado, es un profesional con experiencia en un sector en particular, que te asesora sobre dicho sector, con el fin de que puedas seguir sus pasos, compartiendo consejos y orientaciones. Su valor reside precisamente en su experiencia, sus vivencias, que te sirven de guía.
Un proceso de mentoring se centra en el desarrollo y el crecimiento a largo plazo. La relación se extiende de forma prolongada en el tiempo. En cambio, el coaching se centra en mejorar habilidades específicas, y lograr objetivos concretos y medibles, trabajado en una relación temporal (proceso de coaching). El primero, guía e inspira desde su experiencia; el segundo potencia áreas concretas de tu persona. La eficiencia de ambas disciplinas depende siempre del rodaje y habilidades de quien lo ejerce. Por eso, en CORAOPS defendemos una formación específica para ambas disciplinas, que garantice un conocimiento y manejo de herramientas, técnicas y competencias necesarias para ejercer tanto como coach como mentor, desde la ética de la profesión. Ambas opciones tienen un impacto notable en el desempeño laboral.
¿Cómo es un proceso de mentoring?
El propósito de un proceso de mentoring es capacitar al mentee (persona que recibe el proceso) con información, habilidades, estrategias para que pueda después enfrentarse a sus retos y tomar decisiones. El mentor se basará en su propia experiencia para aportar conocimiento, es un experto en el campo del mentee. Las sesiones pueden ser más informales, orientadas a resolver inquietudes, o en modo “conferencia” donde inspirar a grupos de personas.
Con el mentoring lograrás una respuesta a tu reto u objetivo aprovechando el Know-how del mentor (que aporta opciones y recursos para focalizarte en la situación ideal).
Este proceso conlleva aprendizaje experiencial.
¿Cómo es un proceso de coaching?
El propósito es acompañar al coachee (persona que recibe el proceso) a desarrollar una competencia, habilidad o alcanzar un objetivo concreto bien definido. El coach pondrá a disposición del coachee las estrategias, conocimientos, teorías y herramientas de las que dispone, para que el coachee pueda alcanzar su desarrollo de forma optimizada. Las sesiones son más formales, estructuradas, donde se orienta al coachee hacia el objetivo. Durante el proceso, el coach acompaña al coachee, no proporciona ni guía las respuestas, ya que esta labor será realizada por el coachee, quien reflexionará para encontrar su propio camino. El coach no será, necesariamente, experto en el campo del coachee.
Con el coaching tomarás consciencia de tu realidad y lograras tu objetivo con un plan de acción. Además, te beneficiarás de un desarrollo y aprendizaje continuo que suele llevar de 2 a 6 meses.
¿Cuál es la opción que necesitas?
Para contestar a esta cuestión es imprescindible definir primero qué necesitas. Si buscas mejorar tu desarrollo personal, o potenciar alguna habilidad en particular, un coach será de gran ayuda. Si buscas un experto que te guíe en algún campo en particular, compartiendo consejos e inspiración, un mentor será la mejor opción.
Te recomendamos buscar profesionales con las acreditaciones pertinentes, para poder garantizar su buena práctica. Desde CORAOPS ofrecemos programas formativos, acreditados por ICF (la Federación Internacional del Coaching) quienes auditan los programas para garantizar que los conocimientos y competencias estén alineados con la ética y el coaching de calidad.
