En coaching mantenemos la creencia de que somos responsables de situarnos en el lugar desde el que queremos observar la realidad y que el lenguaje es generativo de su alcance.
Como elemento clave de aprendizaje en un proceso de coaching, las distinciones ofrecen una ampliación del horizonte vital y de la capacidad hacia la acción.
Definición de distinción:
Una distinción es un enriquecimiento, una sofisticación de nuestra relación con el mundo y con nosotros mismos. Es la percepción del matiz, de la diferencia. Las distinciones resultan tan complejas como nuestras interacciones con la realidad y las personas.
Con las distinciones abrimos nuevas opciones y alternativas. Implican riqueza y profundidad, facilitan la visión del futuro como un espacio de intervención. Una distinción es por lo tanto una posibilidad de acción.
Principales distinciones de un manager
Aunque encontramos muchas más, estas son las principales distinciones de un manager.
Exigencia o excelencia
Esta dicotomía nos persigue a lo largo de la vida. Lo cierto es que desde que somos muy pequeños, el foco está puesto en la meta, mientras que el proceso se deja un poco por el camino.
La exigencia está más orienta al hacer intentando complacer al resto y a una búsqueda constante de resultados. Para la exigencia lo importante es la meta.
Sin embargo, la excelencia va más orientada al ser y al encuentro con el compromiso. Cada paso es un nuevo aprendizaje, lo que hace que el camino se convierta en lo más importante.
Sinceridad o sincericidio
Es una de las distinciones que más confusiones generan, sobre todo cuando intentamos argumentar una justificación.
Una persona sincera filtra la información a la hora de comunicar, actúa con prudencia y entiende que haya otros puntos de vista. Va también muy ligado a uso de la comunicación asertiva.
En cambio, alguien que no pone filtros, cree en su opinión como la verdad absoluta, no mide el impacto de sus palabras o utiliza una comunicación que escasea en asertividad, está cayendo en el sincericidio.
Simpatía o empatía
Cuando nos referimos a simpatía en este contexto, estamos haciendo alusión a ese momento en el que coincides con la otra persona. Es decir, simpatizamos con amigos, con la familia o con aquella persona con la que compartamos algo en la vida, es por ello que nos resulta fácil colocarnos en su mismo tejado.
La empatía sin embargo nos permite abrirnos a más interacciones interpersonales, conozcamos o no a la otra personas o tengamos una opinión contraria. Ser una persona empática es algo así como ser capaz de expresar respeto del lugar desde donde nos habla la persona que tenemos delante.
Objetivo o resultado
Cuando arrancamos un proyecto nos fijamos unos objetivos, queremos conseguir alcanzar una meta concreta. Para ello trabajamos un plan de acción y ponemos todo de nuestra parte para llegar a ese punto.
Lo cierto es que hay variables que no dependen de nosotros y es ahí donde entran en juego los resultados obtenidos tras ese objetivo marcado y trabajado.
Un manager con distinciones
Un manager que se haya dotado de distinciones, generará conversaciones y feedbacks profundos y de calidad.
Expresado de una manera muy simple:
Una distinción es pasar de un mundo en blanco y negro a un mundo en color.
¿Cuánto color tiene tu mundo?
Artículo de Cristina López Rodríguez, Coach CORAOPS
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