En los estudios realizados sobre absentismo laboral en nuestros días aparecen cifras escalofriantes. En España se habla de hasta 80 millones de euros de pérdida por esta causa. Y es normal, casi el 57% de los trabajadores declara que no es feliz en su trabajo y el 53,1% reconoce que las presiones de tiempo y sobrecarga de trabajo son un efecto negativo para el bienestar mental, según el informe del INSST del ministerio de Trabajo y economía social 2022. Por ello no debe extrañarnos que la productividad por hora trabajada en España esté 16,5 puntos por debajo de la media de la eurozona.
Es posible que algunos vean en esto un problema y, ante un problema, se buscan soluciones. Sin embargo, la mirada que tenemos en CORAOPS es diferente. Ante las dificultades, surge el reto. El reto es una llamada al cambio, a la transformación, a la indagación creativa, que haga aflorar el potencial de las personas, equipos y organizaciones. Para ello, trabajamos desde el propósito vital que no es otra cosa que la fuerza motivadora que nos vincula con lo que hacemos. En efecto, la clave está en el compromiso con la acción que la hace más eficiente y satisfactoria. Sin propósito alineado con los equipos, con las empresas y con la sociedad, es difícil que haya compromiso, y sin compromiso, no hay ilusión compartida por un objetivo común. Por eso, el nuevo paradigma empresarial habla de impacto social positivo.¿Cómo generar ilusión y compromiso desde un propósito vital hecho consciente en la acción diaria y perseverar en él cuando aparecen las dificultades?
Esta es la segunda parte del reto: la regulación emocional sistémica para optimizar la energía de acción, siendo lo más eficientes posible ante las circunstancias.
La regulación emocional no sólo es una cuestión individual que afecta a cada persona y que condiciona su estado mental. Es la clave para que un equipo desarrolle todo su potencial y optimice sus recursos. No somos entes aislados, sino que somos sistemas, anidados unos en otros como una muñeca rusa. Nos influimos unos a otros constantemente, generando un clima emocional sistémico.
Cuando un sistema es consciente de esta dimensión relacional, asume todas las energías emocionales presentes sin descartar nada. De esta forma, dándole su lugar a cada una, puede conseguir la máxima eficiencia con el mínimo gasto de energía emocional, de forma que el equipo se sienta satisfecho de haber hecho lo mejor posible.
Con este fin, CORAOPS presenta su curso de Coaching e Inteligencia y Bienestar Emocional (CIBE) donde tratamos, de forma vivencial y con fundamentación científica, los métodos de indagación del propósito vital y las energías emocionales de los sistemas, así como herramientas para la regulación y medición de resultados. En efecto, todo un reto ilusionante y muy satisfactorio para ser actores de cambio.